En el sexo me inicié con una apuesta. No, no soy ludópata ni nada por el estilo, pero tengo una peculiar amiga, Xiomara.
Sinceramente no se quién es peor, si ella o yo. Ya os contaré sobre ella.
El caso es que decidimos apostar quien lo hacía antes con su respectiva pareja de aquel entonces.
En la misma tarde se consumó el acto.
Todo hay que decirlo, gané yo por un par de horas y, además, porque el escándalo que hubo acreditó el trabajito físico realizado.
Sí, y es que en pleno 'karaoke' (echándole imaginación no hace falta ser explícito), apareció mi padre por la puerta.
¿Como se suaviza el tema ante una situación así? Pues yo opté por decir: Papá, soy bisexual y mi pareja está en mi habitación.
No digáis eso. Por favor, no sigáis mi ejemplo.
Obviamente el resto se deduce: el chavalito sale huyendo por la calle abajo corriendo a buscar el bus (porque no era avestruz, que si no clavaba la cabeza en el suelo) y el dilema de: mi hijo es un pervertido/marica/desgraciado/Ohdiosnosequehacerconmivida
Omitiendo los conflictos familiares, he de decir que fue un buen polvo.
Muchos diréis que qué es un buen polvo pero...eso es carne de otra entrada.
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buena historia si señor...
ResponderEliminarjaja joder tio... al menos ganaste la apuesta, y por otro lado, te quitastes el peso de decirle a tu padre lo que había
ResponderEliminarmmm... novedades en el frente! me gusta, bienvenido al blogmundo y espero conocerte "algo" más a partir de tus vivencias
ResponderEliminarun beso
^_^
Qué chico que es el mundo xD
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